martes, 12 de abril de 2016

Filosofía básica de la obsesión - Nivel 1


La obsesión puede ser fruto de muchos motivos, pero la verdad es que todos nacemos predeterminados para ella. No importa cuál sea el objeto de nuestra obcecación. El problema está en que no siempre sabemos cuándo es sana y cuándo no. Y si implica a alguien, ¿cuándo sabes si está bien fijarte de más en esa persona? Obviamente un mensaje en el móvil no puede matar a alguien, pero no es lo mismo el mantener apariencia de despreocupación que estar todo el día enganchado a una persona.

Es muy gracioso cuando el saludar primero a alguien se convierte en un hecho sobre el que reflexionar. Si le hablo yo primero estoy mostrando que me interesa: lo cual no es mi gran sueño. Pero si me habla él primero todo es perfecto, ¿no? porque ellos no tienen sentimientos ni quieren aparentar... Bueno, en realidad, teniendo en cuenta que los hombres (yep, that's right. Voy a meteros a todos en el mismo saco) nacieron sin preocupaciones y son capaces de mantener la mente en blanco...(estos puntos suspensivos indican la envidia que me da esa capacidad. Es casi como un súper poder, pero de los que no tendrían tirada en el mundo de los cómics, claro). Yo literalmente, os lo prometo, no soy capaz de dejar de pensar en algo. Incluso cuando estoy haciendo ejercicio me vienen imágenes a la cabeza (es como si una ametralladora de proyecciones me estuviese disparando todo el rato). Y sí, lo has leído bien. Puedo correr, pero no esconderme. Como si de una película mala de miedo se tratara. Aunque bueno, solo estamos hablando de mi vida, lo cual no es para nada comparable al desazón que te puede ocasionar una película de miedo, ¿no? ¡MENTIRA! ¡Es peor!Porque no se va, y no sabes qué hacer para evitarlo y te mueres. Sí, te mueres. Y los arbustos se convierten en pinos gigantes.....


Pero bueno, así para  acabar con una reflexión guay: que tendemos a obsesionarnos por tal tonterías que al final lo que acabamos haciendo es engañarnos a nosotras mismas. Porque tenedlo claro, la cosa es simple: si al chico le gustas, le gustará que le escribas. Incluso aunque sea el tío más raro del mundo, y si no le gustas, bueno, pues entonces no te contestará y tú te buscarás a otro. ¿O es que acaso tú no haces lo mismo con los tíos que te hablan y no te gustan? Pues eso.